Alguien, una vez lo hizo. Me dijo que tenía miedo.
Yo, mirando a los ojos del espejo, le dije:
¡Nunca más vas a volver a tenerlo!

Todo el mundo lo sabía

¡¡No os abraceis, no os deis la mano, ni menos aún se os ocurra daros un beso en la calle. Imagínate que te ve la familia!!
Y cuando dice familia, quiere decir "el resto del universo conocido y parte del extranjero!!"
Esta era mi suegra hasta estas navidades.
Cuando em medio de una comida de emergencia (término que no voy a explicar hoy, porque se desvía del tema principal, pero da mucho mucho juego, os lo aseguro!!), la hermana de mi suegra, o sea, mi tía adoptiva, le zampa a mi marido (aún de incógnito y evidentemente, sin mí en esa comida de emergenia): "¿Cuándo nos vas a presentar a tu novio, J****?"
¡¡Y yo voy y me pierdo la cara de la madre que parió a mi Osazo Mayor!! (sigue siendo mi electrodoméstico....)
Pobrecilla, ella intentando encerrar nuestra relación en un armario con 7 cerraduras y nosotros desfondando el mismo armario, pero a lo bestia. Así como para que toda la familia ya estuviera enterada que el niño es maricón y que su novio también... xD
Casi sentí penica por el rato que debió pasar la mujer.
Ahora ya celebramos la fiestas de guardar todos juntos, e incluso a veces pasamos de rozarnos las manos y la cara a darnos algún que otro besito, casto. En los labios, pero casto.
Por cierto, un pequeño detalle: mi marido es muy gay desde que nació, así que, lógiamente, los únicos que no se habían dado cuenta que era una moñarda en toda regla eran mis suegros, porque toda, todita la familia lo sabían antes incluso que él mismo...
Pobrecica, mi suegra, ¿no?
Y no te digo nà de mi suegro. Literalmente: No te digo nà. Ya otro día le dedico una entradica pa él solo... Que para echarle de comer aparte sí que es, sí... xD

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