Un montón de tiempo intentando llegar a un acuerdo. Que si queremos ser una pareja "abierta" entrecomillada (nada de follar cada día con otro y bla bla bla), que si no es problema que él me ama y que es sexo y que si no sé qué y que si no sé cuanto.
Yo dejo mis miedos de una vez por todas aparte y acepto. Ocurre lo que tenía que ocurrir y resulta que nada de lo que yo creía importante lo es. Lo que ya tenemos es mucho más que tener un polvo cada noche con tu marido en casa. El romanticismo del XIX se queda por fin en el XIX y ahora, sin más ni más ¡ZAS!
"No quiero que te toquen" Ô_Ô
Qué? Cómo? Perdón?
Aquí hay algo que falla... resulta que yo soy el celoso, pero tú has convertido en mi amo!!
Que no te parece justo decírmelo, pero ¡toma! ahí lo tienes ya dicho...
Y tú eres el que no tiene miedo de perderme? El que siempre está tan seguro?
No decía que un polvo no es más que eso: un polvo? Entonces porqué si lo echo yo se convierte en una profanación de la tumba de Tuth Ahnk Amón?
Vamos que a mí si que me van a embaucar, no? Yo como soy idiota voy a caer directamente en brazos de otro tío que tenga pene, no?
Ahora mismo no sé ni como pensar ni como actuar, ni qué términos reodenar...
ya si eso os lo comento en el volumen II de mis memorias...
Manda cojones la cosa........
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